En el caso de secundaria, hay familias que se preocupan porque consideran los aprendizajes auténticos una meta complicada para sus hijos e hijas. Se asustan porque creen que no podrán. Y ponen mil excusas. En realidad, muchas familias desconfían de sus hijos e hijas.
Por eso he pensado que podría ser importante ofrecer un menú de verbos. Que representen lo que el alumnado puede hacer en clase. En los tiempos autónomos y en los tiempos guiados. Que de los dos hay. Y también lo que se pide que haga fuera de la clase.
Los verbos de aula
Los verbos del aula deben estar equilibrados entre sí, sin que predominen algunos mucho más sobre los demás. Al menos por mi parte...
Y teniendo claro que la mayoría deben ser verbos sociales. Como corresponde a un aula. No es que el alumnado esté junto porque así es más cómodo para la Administración. Es que está junto porque el aprendizaje es un proceso social.
Y teniendo claro también que la mayoría deben ser verbos de uso de la información. Para transformarla en conocimiento al crear algún tipo de producto y al comunicar esa creación.
Autoevaluar, Coevaluar, Decidir, Narrar, Argumentar, Exponer, Opinar, Preguntar, Consensuar, Relacionar, Dibujar, Calcular, Resolver, Analizar, Sintetizar, Reutilizar, Colaborar, Ayudar, Emocionar, Empatizar, Escuchar, Escribir, Leer, Diseñar, Crear.
Los verbos fuera del aula
Se trata de acciones probablemente más individuales. Más orientadas a la búsqueda y organización de la información. Para luego poder llevar esa información al aula y mezclarla y remezclarla con la de sus compañeras y compañeros.
Aunque cabe que mediante el uso de las redes sociales pueda buscar contactar para facilitar su trabajo. Con otro alumnado o con el profesorado.
En todo caso, con una limitación de tiempo. Que no debe ser superior a un tercio de la suma de las horas de clase. Ni inferior...
Autoevaluar, Encontrar, Leer, Seleccionar, Secuenciar, Escribir, Preguntar, Contestar
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